Soy muy fan de esta frase.
Se la atribuyen a Hemingway y está muy acertada.
Eso no significa que trabaje con la botella de licor al lado (soy adicta a las infusiones, siempre me verás con una en invierno).
Lo que quiero decir es que escribas todo de una. Sin pensar en cómo quedará o si tus lectores lo van a entender o no.
Suelta todas esas ideas que rondan tu cabecita.
Deja que pase un día si puedes (y si no, por lo menos unas horas). El texto debe reposar.
Cuando lo vuelvas a consultar hazlo con toda la intención del mundo.
Revisa si todo se entiende correctamente.
Revisa las faltas de ortografía y corrígelas.
Leer el texto en voz alta ayuda mucho.
Si puedes hacer una segunda revisión pasado un día sería genial.
Una vez estés segura, el texto estará listo para publicar.